martes, 5 de junio de 2012

4. Control de privacidad y protección de datos


 4. Control de privacidad y protección de datos
El término privacidad es el que aplicamos en este caso al ámbito de las telecomunicaciones e Internet como el derecho a mantener en secreto nuestros datos personales y nuestras comunicaciones así como a saber quiénes pueden acceder a ellos.
Existen algunas asociaciones que son partidarias de un mayor control de la red para la protección de datos.  Esto, trae consigo muchos debates relacionados con el derecho a la intimidad y los límites entre lo privado y lo público.
En la mayoría de las páginas en las que se nos solicitan datos, existe un apartado denominado 'Condiciones legales' en el que podemos consultar el fin que van a tener dichos datos. Aparte de estas condiciones debemos saber que existe una amplia legislación internacional, europea y nacional que recoge los derechos de privacidad de los usuarios.

4.1 Navegación por Internet
Uno de los enemigos de la privacidad en la red es la existencia de 'cookies' aunque estos elementos no fueron creados para ese fin. Las cookies son pequeños archivos que se almacenan en nuestro ordenador cuando visitamos páginas web y que guardan información que será utilizada la próxima vez que accedamos a esa página. Algunos de estos datos pueden ser nuestro nombre de usuario y contraseña, de forma que no tengamos que volver a introducirlos, o también la personalización de ciertos aspectos de la página, por ejemplo, si decidimos cambiar el color de fondo, las carpetas, etc.

El problema, es que estas cookies también pueden ser usadas de forma maliciosa para conseguir información sobre los hábitos de navegación del usuario. Existe la posibilidad de desactivar las cookies de nuestro navegador, pero eso provocaría que muchas páginas no funcionasen de forma correcta, por ello lo más recomendable es eliminarlas cada poco tiempo.




4.2 Banca electrónica
En las bancas electrónicas los principales mecanismos de protección de datos son el cifrado de datos y el uso de más de una clave de seguridad para acceder a nuestra cuenta.
Para evitar que la información que se transfiere pueda ser leída por cualquiera de los ordenadores intermedios, existe el protocolo HTTPS o HTTP seguro, que permite codificar la información que enviamos a través de una funciones matemáticas complejas conocidas por el navegador y el servidor remoto.
Cada vez que accedamos a la web de nuestro banco, es recomendable que comprobemos en la barra de direcciones que la dirección contiene el protocolo HTTPS (https://www...). Igualmente, debemos observar si aparece un candado en la parte inferior de la ventana del explorador que indica que la navegación en esa página es segura.



4.3 Problemas de seguridad y privacidad
Los programas espía o spyware están destinados a recabar información sobre el usuario sin su consentimiento. De esta manera personas ajenas pueden llegar a conseguir nuestra contraseña de correo electrónico, nuestros datos bancarios o acceder a la información almacenada en nuestro ordenador. Estos programas, pueden entrar en nuestro equipo a través de un virus, correo electrónico o incluidos dentro de algunos archivos que descargamos de la red. Los síntomas principales de que nuestro ordenador ha sido infectado son: la relentización en la navegación, cambio de la página de inicio, visualización de ventanas emergentes de publicidad cada cierto tiempo y problemas para acceder al correo o mensajería instantánea. Para eliminarlos es necesario utilizar un programa antispyware (muchos de ellos son gratuitos).

Otros de los problemas que se producen en Internet es el 'phising', que consiste en adquirir información sobre un usuario de forma fraudulenta bien haciéndose pasar por una persona o entidad de nuestra confianza para solicitarnos algunos de nuestros datos.
Una de las técnicas del phising es enviar un correo en el que se suplanta al banco del usuario y se pide que se acceda a la cuenta electrónica o que se le den datos como los de la tarjeta de crédito. Una vez que introducimos nuestros datos nos mostrará algún mensaje de error; así el estafador habrá obtenido nuestros datos.
Los 'hackers' originales surgieron en los años 60 en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), se llamaban a sí mismos hackers por realizar hacks (modificaciones en los programas para su mejora). Por ello, en la comunidad informática se revindica que los que actúan con fines fraudulentos han de ser denominados crackers y no hackers, pues estos últimos emplean sus conocimientos para mejorar los programas y la seguridad en Internet.

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