4. Control de
privacidad y protección de datos
El término privacidad es el que aplicamos en este caso al
ámbito de las telecomunicaciones e Internet como el derecho a mantener en
secreto nuestros datos personales y nuestras comunicaciones así como a saber
quiénes pueden acceder a ellos.
Existen algunas asociaciones que son partidarias de un mayor
control de la red para la protección de datos.
Esto, trae consigo muchos debates relacionados con el derecho a la
intimidad y los límites entre lo privado y lo público.
En la mayoría de las páginas en las que se nos solicitan
datos, existe un apartado denominado 'Condiciones legales' en el que podemos
consultar el fin que van a tener dichos datos. Aparte de estas condiciones
debemos saber que existe una amplia legislación internacional, europea y
nacional que recoge los derechos de privacidad de los usuarios.
4.1 Navegación por Internet
Uno de los enemigos de la privacidad en la red es la
existencia de 'cookies' aunque estos elementos no fueron creados para ese fin. Las
cookies son pequeños archivos que se almacenan en nuestro ordenador cuando
visitamos páginas web y que guardan información que será utilizada la próxima
vez que accedamos a esa página. Algunos de estos datos pueden ser nuestro
nombre de usuario y contraseña, de forma que no tengamos que volver a
introducirlos, o también la personalización de ciertos aspectos de la página,
por ejemplo, si decidimos cambiar el color de fondo, las carpetas, etc.
El problema, es que estas cookies también pueden ser usadas
de forma maliciosa para conseguir información sobre los hábitos de navegación
del usuario. Existe la posibilidad de desactivar las cookies de nuestro
navegador, pero eso provocaría que muchas páginas no funcionasen de forma
correcta, por ello lo más recomendable es eliminarlas cada poco tiempo.
4.2 Banca electrónica
En las bancas electrónicas los principales mecanismos de
protección de datos son el cifrado de datos y el uso de más de una clave de
seguridad para acceder a nuestra cuenta.
Para evitar que la información que se transfiere pueda ser
leída por cualquiera de los ordenadores intermedios, existe el protocolo HTTPS
o HTTP seguro, que permite codificar la información que enviamos a través de
una funciones matemáticas complejas conocidas por el navegador y el servidor
remoto.
Cada vez que accedamos a la web de nuestro banco, es
recomendable que comprobemos en la barra de direcciones que la dirección
contiene el protocolo HTTPS (https://www...). Igualmente, debemos observar si
aparece un candado en la parte inferior de la ventana del explorador que indica
que la navegación en esa página es segura.
4.3 Problemas de seguridad y privacidad
Los programas espía o spyware están destinados a recabar
información sobre el usuario sin su consentimiento. De esta manera personas
ajenas pueden llegar a conseguir nuestra contraseña de correo electrónico,
nuestros datos bancarios o acceder a la información almacenada en nuestro
ordenador. Estos programas, pueden entrar en nuestro equipo a través de un
virus, correo electrónico o incluidos dentro de algunos archivos que
descargamos de la red. Los síntomas principales de que nuestro ordenador ha
sido infectado son: la relentización en la navegación, cambio de la página de
inicio, visualización de ventanas emergentes de publicidad cada cierto tiempo y
problemas para acceder al correo o mensajería instantánea. Para eliminarlos es
necesario utilizar un programa antispyware (muchos de ellos son gratuitos).
Otros de los problemas que se producen en Internet es el
'phising', que consiste en adquirir información sobre un usuario de forma
fraudulenta bien haciéndose pasar por una persona o entidad de nuestra confianza
para solicitarnos algunos de nuestros datos.
Una de las técnicas del phising es enviar un correo en el
que se suplanta al banco del usuario y se pide que se acceda a la cuenta
electrónica o que se le den datos como los de la tarjeta de crédito. Una vez
que introducimos nuestros datos nos mostrará algún mensaje de error; así el
estafador habrá obtenido nuestros datos.
Los 'hackers' originales surgieron en los años 60 en el
Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), se llamaban a sí mismos hackers
por realizar hacks (modificaciones en los programas para su mejora). Por ello,
en la comunidad informática se revindica que los que actúan con fines
fraudulentos han de ser denominados crackers y no hackers, pues estos últimos
emplean sus conocimientos para mejorar los programas y la seguridad en
Internet.
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